¿Lo recuerdas?
Era rojo, 
estaba vivo,
era un soñador 
que de la vida estaba enamorado.
No sufría,
no me dolía,
no estaba partido,
pero entonces alguien apareció
y me golpeó,
me doblegó,
me enamoró...
Y luego me rompió,
me hizo añicos,
me convertí en pétalos marchitos,
en cicatrices sangrantes...

El odio me consumió, 
ya no recordaba qué era el amor,
la fría venganza en mis venas se coló
y muerto estaba por dentro, 
era hielo en medio del infierno...

Cada latido mío retumbaba en tu interior,
agonizabas
con el dolor que te proporcionaba,
pues sólo a ti te culpaba
por haberme entregado tan fácilmente 
a quien latigazos me daba.

Llora ahora si quieres,
yo no voy a parar, 
cometiste un error
no dejaré que vuelva a pasar...
No permitiré que daño me vuelvan a hacer, 
recibe este golpe y no lo olvides,
no te dejes engañar otra vez...

0 comentarios:

Publicar un comentario

Vistas de página en total

Blog de escritura de Dormida entre Rosas. Con la tecnología de Blogger.

Seguidores