El telón se abre
y aparezco yo,
entre heridas sangrantes
y lágrimas de dolor...
Flores marchitas
a mi alrededor
en un campo negro
lleno de fuego.
Cenizas y polvo
que me empiezan a ahogar.
Gritos de terror
que no se pueden acallar...
Pero yo debo actuar...
Fingir que me da igual.
Tengo que continuar,
porque ya no voy a ensayar.
Me muevo entre el público
que ceñudo me mira.
No hablan, ni aplauden...
Simplemente a la música escuchan.
El suelo,
que me parecía firme,
empieza a temblar
y casi no puedo caminar.
Tropiezo y caigo...
La música para...
Me levanto avergonzada
y la gente señala.
"¿Quién es esa pobre
que sólo caer sabe?
Debería estar en el suelo,
no levantarse de nuevo."
Abrazo mis piernas
entre tristes sollozos.
Voy a hacerles caso,
me moveré poco.
Las horas pasaron...
El telón se cerró...
La historia terminó...
A nadie le gustó...
Y nadie me recordó...
Y así de fácil fue olvidar a una persona, que tan mal se sintió al ver lo que la rodeaba, que prefirió quedarse quieta y volverse invisible durante lo que le quedaba de vida antes que dejar de lado los comentarios y tratar de existir para los demás y, sobre todo, para ella misma...
1 comentarios:
Pues ya sabes lo que tienes que hacer al respecto...
=)
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